viernes, 8 de febrero de 2013

Lo que se ve en la calle...

<<Avanzaba un poco inclinado hacia delante, como si su espalda soportara una pesada carga. El cabello en su frente, largo, recogido tras la oreja subía y bajaba con cada paso intentando liberarse y ondear al viento. Su mirada vacía mostraba que no iba a ninguna parte>>.

<<De vez en cuando miraba hacia los lados, como temerosa de algo o como si escuchara una voz sin saber muy bien de donde venía. Y no era algo que hiciera pocas veces. Eso junto a unas zancadas pequeñas, rápidas y cortas hacían que pareciera alguien con un serio trastorno en la cabeza. Tampoco el tipo de persona a quien le confiarías tu vida, pero en este caso, no había más alternativas>>.

<<Rápido, con pasos largos, enérgicos y decididos. Así caminaba calle abajo. La mirada iba al frente y el mentón alzado, como si nada ni nadie pudiera perturbarle. Su cabello se agitaba largo y brillante>>.

<<Su nariz recordaba a una de esas velas pequeñas, rectas y triangulares>>.

<<Todo el pelo viajaba recogido en una coleta grasienta y en su cara redonda, con unos ojillos diminutos, una boca casi invisible y una naricilla imperceptible, se pintaban el cansancio y el miedo>>.


<<Esa forma de apartarse el cabello de la cara tan cargada de elegante desdén era algo que sólo ella podía hacer de aquella manera elegante y sugerente>>.

<<Sus pies golpeaban firmes en el suelo con cada paso, pero siempre clavaba el talón en el suelo creando una más que peculiar melodía>>.

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