sábado, 30 de marzo de 2013

La Espada Bailarina

Su nombre era Elias Terroso de Abaviejo, un joven de mirada clara sobre unos ojos miel, una barbilla adornada siempre con una perilla corta, pulcra y cuidad, unos pómulos marcados y anchos, y un cabello siempre más largo de lo permitido para un soldado. Y es que, aunque formaba parte del ejército de su majestad Enriqueto III, El brujo, en concreto de la escuadra de Zaranos, la ciudad portuaria por excelencia en todo el reino y dónde se congregaba el principal comercio con Terrasnovas; nadie que lo hubiera visto en batalla habría dicho que era un soldado. Cualquiera de los que compartía espada con él diría, sin dudarlo, que era un bailarín, un auténtico artista marcial. Ricairdo, el primer capitán al que sirvió en la escuadra Zaranos, lo describió en una carta de recomendación al propio rey, para que ingresara en su guardia personal, como una espada en movimiento, una espada danzante, una espada viva. La muerte del capitán durante el asedio de Cortealta provocó que el rey desconfiara de la carta, pero aún así valió para que se interesara por el joven, "que no luchaba, sino bailaba", lo que provocó que Elias Terroso de Abaviejo fuera conocido entre los hombres de Zaranos como "La Espada Bailarina", nombre que se extendería por todo el reino de Enriqueto III, y que llegaría incluso a las distantes y peligrosas costas de Terrasnovas.

(Audio)



miércoles, 27 de marzo de 2013

"Remake"

[...]
-¿Qué te ha parecido? ¿Te ha gustado?
-¿Qué me ha parecido? Una basura, una bazofia, vamos, resumiendo; una mierda. Estoy hartísimo de tanto "puto remake". Es que ya sólo saben hacer remakes. ¿Dónde "cojones" están las ideas? Vamos, que es la última vez que vengo hasta aquí para gastarme ocho "lerus" por ver lo mismo de siempre y encima, peor hecho. Luego dicen que vamos menos al cine y que la culpa es de la piratería. Menuda panda de "cabrones hijos de puta".
-¿No te has parado a pensar qué la crisis del cine es más significativa de lo que parece? Cómo un reflejo.
-¿Más significativa? ¿Un reflejo? A ti te ha afectado al cerebro la película ésta de mierda, ¿eh?
-Creo que más me afecta oírte hablar así, me van a sangrar los oídos, pero bueno. Lo que quiero decir es que nos quejamos de ver un remake cuando nuestra vida no es más que eso, un remake.
-Tío, de verdad que te ha dejado "tocao".
-No, en serio, piénsalo. Todas nuestras vidas no son más que un remake de un remake de un remake, el de nuestros padres, y el de ellos el de sus padres. Pero si es que mirando más adentro es lo mismo. AnaB no es más que un remake de lo mismo. La película ahora se llama AnaB, pero podríamos llamarla Laura VI, añadiénole alguna coletilla como "la venganza de las Ex", para darle más gacias. Y la siguiente que venga será Laura VII, se llame como se llame. Porque estamos encerrados en lo mismo, una y otra vez.
  Así cómo queremos que las películas sean diferentes. ¡Venga hombre! Si no son más que un reflejo de todo esto. Y no sé tú, pero yo ya estoy cansado de vivir lo mismo, una y otra vez. Una y otra.
[...]

domingo, 24 de marzo de 2013

Fragmentos...

 

<<Si me lo preguntaras a mi te diría que no, que no volvió. Al menos eso es lo que yo prefiero pensar, porque la otra alternativa se me antoja demasiado terrible. Ya sabes, esas cosas absurdas que tiene la vida. De esas como cuando estás en tu casa, sin nadie a tu alrededor, simplemente leyendo un libro o tirado en la cama escuchando música, pero no estás solo; pero en cambio puedes ir al bar con un montón de amigos, rodeados de un montón de gente y estar realmente solo. O como la distancia, que kilómetros pueden ser cerca, casi ahí al lado, y medio metro puede ser lejos, demasiado lejos. Y son de esas cosas que siempre hacemos mal, porque digo yo, que porqué no nos quedamos en casa tranquilamente leyendo un libro, que es lo que deberíamos hacer; pero no, todos vamos al bar. Supongo que algún día a eso también te podré contestar, pero no hoy>>.

jueves, 21 de marzo de 2013

"Dialogos"

-- No sé, de verdad que no lo sé. Y tú deberías ayudarme a entenderlo, no quedarte ahí como un pasmarote. ¡Bah! Si yo no tengo la respuesta tú, menos.Pero de verdad que no lo entiendo. Debo ser raro. Me falta algo, un botoncito de On/Off de las cosas. O lo que pasa es que no sé donde está. Eso debe ser. En fin, como sea a ver si aprendo la lección de una vez, porque mira que pensaba que ésta había sido nueva; pero no, sólo que no aprendí en su momento y no me acordaba. Ahora digo que no me vuelve a pasar, que ahora sí que me lo he aprendido. ¿Y sabes qué? Que no sé si me jode más que sea verdad y haber aprendido, o no haberlo hecho.

Se giró un momento y sus ojos se perdieron en la pared blanca, impoluta, completamente lisa, que había justo tras él, a su espalda. Si hubiera habido alguien justo ahí, seguramente no habría podido evitar preguntar: "¿Qué haces hablandole al espejo?"; pero allí no había nadie. Ni lo habría.

miércoles, 13 de marzo de 2013

"Before"

Anticipó el momento en su mente. Sus latidos se aceleraron pero los notaba más lentos y fuertes, sintiéndolos nítidos tras cada bombeo. Casi notaba la sangre lanzada por sus venas y arterias. La boca se le secó e intentó tragar saliva para pasar el nudo que se hacía en su garganta. Sentía que en sus pulpones entraba más aire que de costumbre, pero le costaba respirar. Estaba tan cerca, tan cerca. Sólo unos pocos pasos más, unos pocos...

jueves, 7 de marzo de 2013

La Entrevista

Miré a su cara llena de arrugas, que como los anillos de un árbol contaban cada año y cada experiencia. Pero lo más significativo eran sus ojos. En ellos se dibujaba toda una vida plena, menos un leve brillo lejano y escondido lleno de tal vez, de quizá, de arrepentimiento.

Llevado por mi curiosidad no pude evitar lanzarle la pregunta a pesar de que ya habíamos terminado la entrevista y casi lo habíamos recogido todo.

-Sé que ha tenido una buena vida, me lo ha dicho y se le ve en la cara, además, por lo que todos saben así ha sido, pero, ¿hay algo de lo que se arrepienta? ¿Algún error del pasado que le gustaría corregir?
No olvidaré como suspiró, tomó aire, relajó la cara y sus ojos se volvieron más brillantes mientras se perdían viendo algo que no estaba allí. Sus labios casi dibujaron una sonrisa triste.
-Sí hay algo de lo que me arrepiento, sí, una única cosa.

Me eché un poco hacia delante, con mis oídos ávidos por conocer la respuesta, por oír qué me iba a contar.
-Sí... De no haberle dicho que la amaba, que la amaba con locura, a la única mujer que realmente mereció que lo hiciera, a la única que habría merecido la pena mirarla y decirle "un te quiero".
-Pero nunca es tarde para eso.-Dije entre esperanzado, triste y asombrado.
-Para mi me temo que sí lo es. Demasiado tarde desde hace cinco años.
Su voz casi se apagó, y dos lágrimas recorrieron los laberintos en su cara, hasta encontrarse al final de la barbilla justo antes de precipitarse al vacío.

viernes, 1 de marzo de 2013

Como son las cosas...

-¿Aún sigues con eso?- se escuchó la voz de Berios, apoyado en el narco de la puerta.
-Sí.-no levantó la mirada de lo que estaba haciendo.
-¿Pero has dormido algo?-sus pasos indicaron que se acercaba.
Meneó la cabeza para decir que no. Berios se situó a su lado y observó lo que estaba haciendo. Sobre la mesa, encima de un grueso paño, descansaban montones de trozos de cristal y cerámica.
-¿Hasta cuándo piensas seguir con esto?
-Hasta que lo consiga.
Berios suspiró.
-Hay cosas que a veces no se pueden arreglar, por más que lo intentes.
-Entonces, ¿qué? ¿Simplemente debo tirarlas? ¿Olvidarme de todo esto?
-Sería lo mejor.
-Me gustaría, pero no, no puedo. Tengo que arreglarlo.
-¿Te has planteado que eso no dependa de ti?-Ahora sí apartó la vista del puzzle de piezas rotas.-Las cosas no siempre dependen de uno mismo.
-Eso es demasiado desesperanzador.
-Sí, lo es, pero así son las cosas, así funcionan y lo mejor es aprender a olvidar, a dejarlo pasar, a ignorarlo.
-¿Me estás diciendo que debo aprender a convertir  algo que para mi es importante en algo que no lo sea? ¿Ese es el consejo que todos váis a darme? Eso es muy desafortunado.
-Sí, puede parecerlo, pero piénsalo, quién es más feliz, ¿el qué se preocupa o el qué no lo hace?
-No puedo. Y ahora, por favor, déjame, tengo mucho que hacer.
Berios se encogió de hombros y suspiró.
-Algún día lo entenderás, espero.-dijo antes de marcharse.