-¡Bay! ¡Eh, Bay! ¡No se duerma!
El soldado abrió los ojos bajo la máscara y parpadeó varias veces.
-Ya estoy despierto, ya lo estoy -la desidia resonó en su voz.
-Menos mal. No entiendo cómo puede dormirse en una situación como ésta.
-Tú eres nuevo, ¿verdad? En Resa 5 nunca pasa nada. NUNCA...
Un estruendo ensordecedor, como si la montaña gigantesca y helada que tenían justo enfrente hubiera decidido derrumbarse, lo silenció todo por unos segundos. Cuando el sonido cesó miles y miles de diminutas formas comenzaron descender a toda velocidad por la ladera nevada.
-Novato, novato y gafe. ¡Un gafe de cojones...!
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