La tienda se encontraba abarrotada, por lo que era casi imposible mirar nada con detenimiento, aún así, no estaba dispuesto a dejarse abrumar por la muchedumbre. Abrió su chaqueta y se quitó guantes y bufanda, metiéndolos en los bolsillos. Afianzó los pies y se planto delante de la vitrina, al mismo tiempo elevó la música en su MP3, la tercera "pista" del Último Mohicano escapó de entre los auriculares y sus oídos.
En los diferentes estantes iluminados descansaban varias tallas de cristal. Con mucho cuidado tomó una de ellas, formada por multitud de caras lisas y acorazonadas, formando un pequeño corazón. Sus ojos atravesaron la luz más allá y su vista se perdió en su interior, donde se reflejaban condensados tantos recuerdos. Vio todas las huellas dejadas en el tiempo durante el año anterior, las sintió cercanas, más de lo que estaban ahora. Unos segundos después notó como, una a una, iban desapareciendo, borradas por los días del último año. Cerró los ojos intentando detener el agua temporal que dejaba una arena limpia y vacía, pero fue inútil. La última pisada acabó por desaparecer. Entre sus dedos notó como el cristal se quebraba, dejando en el interior de su mente un eco vacío imposible de olvidar. Apretó los dientes y contuvo las lágrimas cargadas de sonrisas perdidas.
miércoles, 25 de diciembre de 2013
martes, 17 de diciembre de 2013
Sueño Nuevo, Sueño Viejo
He soñado Babylonia como siempre he soñado. Y allí estabas tú. Tengo miedo porque entonces el ayer ha alcanzado al hoy. Me asusta la vieja historia sempiterna, me asusta que las palabras que no dije se conviertan en olvido y me asusta que las palabras pronunciadas se tornen en distancia. Y es hoy cuando no puedo dejar de preguntarme qué he de hacer. Quiero correr y alejarme de ti, quiero correr y acercarme a ti, quiero correr. Cierro los ojos con el deseo de volver a verte entresueños mientras mi corazón late lleno de miedo por lo que no siento, por lo que siento...
Y sí, Babylonia es una ciudad, una muy real, demasiado real, tan real que podrías viajar a ella si quisieras y supieras cual es...
Y sí, Babylonia es una ciudad, una muy real, demasiado real, tan real que podrías viajar a ella si quisieras y supieras cual es...
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